19 dic 2007

Nunca me gusto Miami


Porque me recuerda el despilfarro grotesco y cruel del “deme dos”.
Porque allí hacia negocios Michael Corleone con Hyman Roth.
Porque allí se radican los latinoamericanos renegados de su origen y de sus naciones.
Porque ese distrito le dio la dudosa victoria a Bush (hijo).
Porque allí vivía y hacia sus negocios Antonini Wilson.
Tanto me desagrada Miami que cuando un avión en el que viajaba hizo escala allí por medio día me quede en el aeropuerto y ni siquiera fui al free shop.

8 comentarios:

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

Nunca me gusto division miami, recuerdo que el "micrero" que me llevaba a la primaria era fanatico y se copiaba el patetico look de Don Johnson.

no tan iguales dijo...

No estuve nunca. No tengo nada para opinar, maldición, jaja.

Unknown dijo...

Morkelilik: acordate que además
Don Johnson cantaba!!!

Anónimo dijo...

Tampoco yo conozco, pero tengo un amigo que pensaba igual que vos [y que yo] y resulta que estuvo, "no es todo taan así". Ojo, igual no me tienta ir.

Daniela Lucena y Gisela Laboureau dijo...

si cantaba!!! es cierto, lo habia olvidado.

Anónimo dijo...

Me gustaría conocer para opinar, pero tus argumentos son buenos.

Anónimo dijo...

Yo sí conozco y hago mìas cada una de las palabras de ni buena ni mala. Tanto es así que tengo una gran amiga viviendo allá y no voy a visitarla. Aunque, en algún momento, si quiero conservar su amistad, tendré que ceder.
Maimi es todo lo que detesto. Ese paraíso en la tierra para lo que denomino "la clase media berreta argentina" y no sólo. También lo es para los gusanos cubanos y para los latinoamericanos desclasados pero no lo suficiente ya que, por lo menos, pueden pagarse el pasaje y parafraseando a Sabina con un kleenex le sacan brillo al culo de Estados Unidos. Aunque, por supuesto, entiendo parte de las causas que los llevan hacia allá.
Como si le faltara algo, creo que es el paradigma menemista.

María dijo...

Nunca estuve ni cerca de Miami pero tengo algo con el país del Norte: sería el último en conocer -eso si después de tanto viaje me quedaran ganas-.